Estire su presupuesto con una PC de uso
Si está buscando una segunda PC por un precio razonable, considere la compra de un modelo de uso. Para navegar por la Web, usar el correo electrónico, procesar textos y otras tareas básicas de la PC, un sistema de dos o tres años de edad puede satisfacer todas sus necesidades por cientos de dólares menos que una máquina nueva.
Comprar una PC de uso es como comprar un automóvil de segunda mano: si sabe lo que está buscando, puede encontrar una ganga; pero si no, pudiera terminar con un cacharro. Tenga presente estas preguntas a la hora de comprar:
¿Se adapta a sus necesidades de computación? Sepa lo que quiere de una PC y asegúrese de que venga equipada para realizar esa función. Esto significa que hay que indagar más allá de la CPU. Si usted necesita agregar hardware –por ejemplo, una tarjeta de redes– la PC debe tener una ranura de expansión libre y un IRQ disponible (revise el Administrador de dispositivos de Windows para ver las asignaciones de IRQ del equipo). Si planea instalar software, recuerde que los programas más recientes están diseñados para discos duros grandes y sistemas rápidos. De acuerdo con la edad de la PC, pudiera tener que instalar versiones más antiguas de software que funcionen sin problemas.
El aumento en desempeño que se obtiene al mejorar la CPU rara vez justifica el precio, pero la adición de memoria en su sistema casi nunca está de más. Si espera agregar una tarjeta de gráficos o de sonido, asegúrese de que la tarjeta madre de la PC la aceptará; algunos sistemas económicos basados en Celeron con gráficos y sonido integrados en la tarjeta madre no las aceptan. Compruébelo en la documentación.
¿Tiene la documentación y los discos de programas y del sistema? Es esencial contar con un manual con información de la tarjeta madre de la PC. Sin un manual, no sabrá como cambiar los puentes, el BIOS y otras configuraciones de la tarjeta madre. Por ejemplo, para agregar una tarjeta de gráficos más rápida a un sistema que usa circuitos de gráficos integrados quizás haya que desactivar el chip en la tarjeta madre antes de insertar la tarjeta nueva. Asimismo, pudiera tener que ajustar un puente antes de reprogramar el flash del BIOS o de reemplazar la batería del CMOS en la tarjeta madre.
Para instalar o reinstalar controladores para las tarjetas de gráficos, impresoras y otros dispositivos, le hará falta el CD-ROM de Windows.
¿Qué tan limpia está? Desprenda una tecla del teclado con la punta de una pluma o de un lápiz y mire lo que hay debajo para tener idea del entorno donde se ha usado la PC. Si ve mucha arenilla, polvo y restos de papas fritas, no compre el sistema. Evite también una PC que tenga los ventiladores y las rejillas de ventilación llenos de polvo, o con mucha mugre en el interior. Una caja mal ventilada significa que la PC probablemente se ha recalentado en algún momento.
¿Cómo trabaja? Si un sistema usado trabaja bien cuando lo compra, es probable que siga funcionando bien durante mucho tiempo. Pero no está de más probar completamente cada componente de la PC antes de comprarla.
La mayor incógnita al evaluar una PC de segunda mano es su disco duro. Usted pudiera detectar un problema inminente en el disco si ejecuta el ScanDisk en Windows 98 y Me (pulse Inicio•Programas•Accesorios•Herramientas del sistema) o Comprobación de errores en Windows 2000 y XP (abra Mi PC, pulse el botón derecho sobre el disco duro y seleccione Propiedades•Herramientas).
Finalmente, ponga a trabajar el TuffTest u otro programa de diagnósticos. Si desea bajar la versión Lite gratuita de TuffTest, puede dirigirse a
www.pcwla.com bajo la sección “Para descargar”, pero le recomiendo que se gaste US$10 en la versión completa del programa, que se encuentra disponible en
www.tufftest.com. El programa completo prueba todos los componentes claves del hardware y produce informes. También trabaja desde un disquete de inicio.