Lo que escribí fue literal.
He visto el futuro.
Mueres a los 35 luego de tomarte una botella de whisky mientras mirabas el Perú vs Chile que definiría al que clasificaba y al que se quedaba una vez más, en el caso de Perú, fuera, y lastimosamente fuera, en el caso de Chile. El Nacional está a reventar, gente sentada hasta en las escaleras, se vendieron más entradas de las permitidas. Burga sigue siendo el jefazo y Ñol Solano es el técnico, nos ha llevado más lejos que Oblitas en el 98, todo mundo espera que hoy sea el día. A la llegada del bus de Chile le llovieron piedras, suerte para ellos que traían vidrios blindados y reforzados, se teme que el partido se suspenda.
Y arranca no más, partido apretado, ambos cuadros muy parejos, no se hacen daño, el partido se juega en media cancha, pocas llegadas. Termina el primer tiempo, casi por el final un corner a favor de Chile por poco y termina en gol, gran salvada de Penny, que está a un paso del retiro. Arranca el segundo, igual, no hay situaciones, el partido parece acabarse, con el empate nos quedamos fuera, Chile pasa. El árbitro agrega 4 minutos más, nos jugamos la vida, la gente alienta como nunca, quién lo diría, el equipo mete y mete y justo cuando parecía todo perdido, cuando algunos hombres de poca fé ya abandonaban la gradería, una jugada dentro del área que no parecía ir a ningún lado genera un penal. ¡Penal para Perú! Lo va patear Carrillo, se perfila, la gente sabe, esta es la última, aquí se acaba el partido. Por cierto, expulsaron al arquero, Alexis Sánchez se pone la 1, camino al arco le dice un par de cosas a Carrillo. Carrillo lo mira, no responde, ahora mira la pelota, el suelo, el silencio del estadio hace que le tiemblen las manos, las piernas. Se perfila, suena el pitazo, tomó mucha carrera - dice Fleishman, el mermelero - patea y... falla miserablemente.
Y ahí no más, suenas.