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Por Zeus, por Ra, por Odín o el mismísimo Sun Wukong. Venera al dios que te plazca, pero hazlo honrándole con la sangre de sus enemigos en este intenso MOBA que, sin salirse de las normas básicas del género, logra desmarcarse de sus competidores con un estilo de juego más directo y repleto de acción.
En el nombre de la religión se han disputado desde tiempos inmemoriales infinidad de conflictos bélicos que han acabado con la vida de millones de inocentes. Pero ¿qué ocurriría si las deidades por las que se profesa devoción absoluta decidieran implicarse directamente en estas guerras? Pues esta es justo la premisa de la que parte SMITE. Un intenso MOBA desarrollado por los creadores del notable Tribes: Ascend, el equipo de Hi-Rez Studios, que han vuelto a sorprendernos con un título de lo más adictivo.
Uno protagonizado por figuras de la mitología tan importantes como Zeus, Poseidón, Anubis, Odín, Thor o Hércules por citar tan solo a algunos de los más de 50 dioses presentes hasta la fecha, que se verán las caras en épicas refriegas que os atraparán sin remedio gracias al frenetismo y la intensidad de su acción estratégica. Nada nuevo, pensaréis algunos. Y lo cierto es que no andáis desencaminados. Sin embargo, SMITE se desmarca de la competencia con un simple cambio de perspectiva, abandonando la habitual vista de pájaro a la que ya estábamos acostumbrados, por un enfoque más cercano al de las aventuras de acción en tercera persona. Un matiz nimio, sin duda, pero suficiente para hacer de este
MOBA un título especial.
Dioses en pie de guerra
Fácil de jugar pero difícil de dominar, la acción de SMITE no difiere en demasía de lo ya visto en otros tantos títulos de corte similar. Y sin embargo, la obra de Hi-Rez Studios se siente fresca y original en aspectos muy concretos, que son justamente los que le han permitido desmarcarse con éxito de la competencia. ¿A qué nos referimos? Obviamente, salta a la vista, al cambio de perspectiva visual, que trae consigo un desarrollo de la acción más frenético de lo normal en el que habrá que tener muy en cuenta las esquivas, para recibir el menor daño posible de manos de los enemigos, y nuestra puntería, para provocar justo lo contrario en el bando rival. Vamos, como en cualquier aventura de acción.
Las partidas ganan así un toque de épica y emoción que le ha sentado fenomenalmente bien a este programa, que sin embargo no olvida en ningún momento ese toque estratégico que tanto nos gusta de los MOBA. Y es que las deidades a las que controlaremos, no por ser dioses, podrán hacerlo todo por su cuenta. Al contrario. En la mayoría de situaciones requerirán del apoyo de sus aliados para alcanzar con éxito el objetivo principal de la partida, que es justamente el de destruir la base del equipo contraria, protegida en última instancia por un titán que no dudará ni un instante en defenderse de nuestros ataques.
La variedad y vistosidad de los escenarios de combate es uno de los puntos fuertes del videojuego.
Pero para llegar hasta ese punto antes deberemos sobrepasar las defensas del equipo contrario en espectaculares y muy desafiantes batallas 5 contra 5 en las no faltan ni una sola de las características que definen a todo buen MOBA que se precie. Torres defensivas repartidas sobre un gran escenario de combate dividido por tres caminos principales, esbirros que avanzarán automáticamente en una u otra dirección dependiendo del bando por el que luchen, la jungla, los campamentos neutrales donde obtener grandes ventajas frente al equipo contrario… os suena ¿verdad?
Todo ello protagonizado además por cerca de 50 dioses de culturas como la griega, romana, egipcia, nórdica o china entre otras, cada uno de los cuales contará con sus propias estadísticas de combate y habilidades especiales basadas en cinco arquetipos comunes en esta clase de juegos: guerrero, cazador, mago, guardián y asesino. En este sentido, la progresión de estos héroes será la habitual en el género, con subidas de nivel que potenciarán sus habilidades combativas, sumadas a la posibilidad de adquirir en la tienda toda clase de ítems y equipo de batalla con el oro que obtendremos al aniquilar a los esbirros y héroes contrarios.
El fénix será la última barrera a superar antes de enfrentarnos al titán enemigo. Si le derrotamos, la aparición de esbirros contrarios se reducirá notablemente.
Justas entre deidades
Muy divertido y adictivo en su modalidad de juego principal, otro de los grandes aciertos de SMITE lo encontramos en su variada oferta jugable, que contempla diversas pruebas adicionales con las que sin duda también disfrutaremos enormemente. En este punto destaca sobre todo el llamado modo Coliseo, en el que los dos equipos de cinco dioses cada uno medirán sus fuerzas en una reducida arena de combate muy del estilo de los sangrientos espectáculos romanos. ¿Nuestro objetivo? Reducir a cero la puntuación del equipo contrario exterminando a sus héroes y esbirros, a la par que intentamos que los nuestros golpeen su campamento base.
Y si en las partidas normales la acción destaca por su intensidad, ya os podéis hacer una idea del maravilloso caos que se puede formar en cuestión de pocos minutos cuando dioses de la talla de Zeus, Odín, Anubis, Kali, Ares, He Bo o Sun Wukong empiecen a repartir estopa. ¡Menudo espectáculo! Pero esto no es todo. Porque si lo preferimos, podemos optar también por partidas un poco más estratégicas con las denominadas Justas, que nos enfrentarán en duelos 1 vs 1 y 3 vs 3 en escenarios con un único camino y algo de jungla en los laterales.
Por último, también se han incluido los llamados Asaltos, que son escaramuzas en escenarios de un único carril en las que la elección de dioses será totalmente aleatoria. Así, todo el mundo tendrá que adaptarse a la circunstancia de controlar a un personaje al que no está acostumbrado. Cosa que sin duda ayudará a experimentar con las muy variadas opciones de juego de SMITE. Un título de carácter free-to-play ejemplar en lo que se refiere al acceso de todos sus contenidos, ya que salvo aspectos meramente estéticos como el vestuario o apariencia de los dioses, todo lo demás podrá adquirirse con el favor de los dioses que obtendremos como recompensa por alcanzar la victoria en las partidas.
Obviamente, quien lo desee podrá pagar cerca de dos euros y medio por cada personaje y así tenerlos desbloqueados desde el principio, o adquirirlos todos en un pack -que incluye además cualquier nuevo dios que se incluya en el futuro- bastante económico. Pero es eso, algo opcional. Nadie te obliga a pagar nada si no quieres. Y los que paguen, tampoco tendrán ventajas de ningún tipo más allá de contar con las deidades que más le gusten, ya que de forma similar a League of Legends, cada semana se reiniciará el roster de personajes disponibles para que podamos ir probándolos libremente.
Adquiriendo ciertos ítems de la tienda podremos conseguir armas y objetos defensivos de gran valor que pueden marcar las diferencias en combate.
Tampoco podemos obviar otra de las novedades más llamativas del programa, que consiste en una serie de eventos especiales de carácter diario, que nos propondrán afrontar retos muy concretos bajo unas condiciones en, ocasiones, bastante delirantes. Por no mencionar que una vez alcanzado el nivel 30, entraremos a formar parte de las batallas puntuadas para que nuestros logros queden registrados ante el resto de usuarios. Dicho lo cual, también la comunidad cuenta con varias opciones para disfrutar de SMITE como espectador, contemplando las partidas de otros a través de las retransmisiones que pueden emitirse a través de Twitch.
La mayor pega con la que nos hemos encontrado es que existe cierto desequilibrio entre unas y otras deidades, aunque en términos generales el programa funciona a las mil maravillas. Cierto es que no innova en demasía con respecto a otros MOBA, y esto puede hacer que los fans de otros juegos prefieran seguir donde estaban. Pero también es verdad que el hecho de apostar tan claramente por la acción, e incluir varias modalidades de juego alternativa, puede hacer que los novatos encuentren en SMITE el título idóneo para adentrarse en este desafiante género.
Tras cada batalla disfrutaremos de una divertida animación de victoria o derrota que mostrará a nuestro dios interactuando con diversos esbirros.
Belleza Olímpica
A nivel audiovisual, el programa de Hi-Rez Studios es sin duda uno de los MOBA más destacados en la actualidad, tanto por el diseño y variedad de sus escenarios de combate, como por el aspecto, modelado y animaciones de los dioses que se disputarán el favor de los mortales. En este caso, la recreación de sus poderes nos ha parecido francamente buena, con algunos movimientos especiales realmente espectaculares como el Kraken de Poseidón, por citar tan solo un ejemplo. Igualmente, se agradece la inclusión de una completa ficha informativa con los datos relacionados con las divinidades presentes en el juego.
La apuesta por una vista en tercera persona también ayuda mucho a aumentar la espectacularidad de este juego, que funciona bastante bien y con todo lujo de detalles en una amplia variedad de equipos. Sí es cierto que en algunos momentos hemos sufrido algo de latencia en la conexión, pero en líneas generales tanto la fluidez de imagen, como el rendimiento de los servidores, está a la altura de lo esperado. Como punto negativo, creemos que la interfaz de usuario de la tienda es un poco engorrosa, aunque la opción de construir nuestras propias builds de héroe hará que este contratiempo pase a un segundo plano rápidamente.
En cuanto a la banda sonora, esta acompaña perfectamente a la acción sin llamar la atención en exceso. Es sólida, ambienta muy bien y viene acompañada por unos buenos efectos de sonido. Además, los textos en pantalla han sido traducidos y se encuentran en español, por lo que los nuevos usuarios tendrán otra ventaja más para hacerse rápidamente con la acción de SMITE.