[Proyecto] Knight Online 2D - ¡No te lo podes perder!

[KreatorPower]

• ¿Qué es Kinight Online? •

• Kinight Online es un proyecto de juego en 2 dimensiones, el cual lleva un gran trabajo programarlo para que los usuarios diarios se diviertan de una manera cómoda. El juego esta siendo desarrollado por un grupo de amigos el cuál espera lo mejor para este proyecto, y esperando poder estar

ONLINE

antes de diciembre. El juego puede parecer escaso de gráficos, pero tiene una gran jugabilidad, la cual le da el toque a cualquier juego como para jugar por horas sin aburrirse.

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• ¿Porqué deberías jugar Knight Online?•

Porque Knight Online sera un juego el cual se le dedicará mucho esfuerzo, empeño y dedicación para lograr sacar adelante. Contamos con un excelente grupo de administradores/desarrolladores, en donde se encargarán de hacer de tu estadía la mejor de todas. Nuestro objetivo es crecer de la mejor manera día a día junto a vos y los demás usuarios diarios.

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• ¿Qué cosas buenas tenemos? •

• Una de nuestras mayores expectativas es llegar a ser una gran elección en cuanto juegos, pero para eso se necesita comenzar de abajo, por eso mismo necesitamos tu ayuda y la ayuda de los demás, invita amigos, hazte conocido entre nosotros ya que no te arrepentirás, tenemos gran futuro y pensamos seguir adelante con el proyecto hasta poder terminarlo.


• En el foro podrán divertirse y hacer todo lo que quieran, pero deben respetarse uno al otro como se debe, en eso somos muy estrictos, podrán hablar de lo que sea mientras se espera la apertura del juego.


• Poseemos una gran historia, la cual pone mas énfasis al juego, un juego sin buena historia no es lo mismo, por eso cada vez elaboramos una mejor historia para hacer valer la pena al dichoso juego.


• Aclaramos que no hace falta ser mayor de edad para jugar, es adaptado a todas las edades para la diversión de todos, así que te esperamos!

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• Historia del Juego •

RAÍCES DE LA CREACIÓN

Usted lucha con coraje, lucha con honor... Pero te preguntarás ¿Por que razón es que yo estoy peleando?


Para entender nuestra guerra, y por qué nuestra batalla a diarias, caballero, debemos buscar el conocimiento de las cosas olvidadas por la mayoría. Las raíces de nuestro conflicto, ir tan profundo como la naturaleza misma del universo. El mundo no fue siempre como lo es hoy


En la era de tiempo antes de que tal persona, como lo conocemos, no había más que el vacío y las energías místicas antiguas, sin forma. ¿Qué inició el cambio para que éste esté más allá de la comprensión? Pero luego las energías antiguas comenzaron a ganar sustancia. Y de esta tela se desarrollaron sustancias, un hilo, un poder muy especial, ganó la conciencia. Logos era este ser, y su impulso fue crear un reflejo de sí mismo. Fue él quien en forma de lo que sería el mundo de Carnac, con sus altas montañas, profundos valles y cielos azules. Logos hizo un conjuro para traer el agua para tallar las piedras, los valles inundar los lagos y llenar los océanos. Pasado el tiempo el mundo era maravilloso, como una joya del rey colgando en el vacío místico. Logos no estaba satisfecho, sin embargo. En su opinión, debe haber otros seres para experimentar el esplendor de los ríos, océanos y lagos. Las rocas y las montañas eran grandes, pero sin vida.


A partir de las energías que había utilizado para la moda de las montañas, Logos creó la vida. Ahora había peces que los uso para nadar en el agua, y los árboles para crecer y así comenzar la vida. A continuación aparecieron los animales en la tierra y aves que acuden a la gracia del cielo. Y por último, Logos creó al hombre, a quien creó a su semejanza. Los seres humanos fueron la creación de Logos para que ellos también tengan el poder de moldear el mundo para satisfacer sus necesidades. Durante un tiempo todo estaba bien. Logos, llamado Dios por los humanos, fue contenido y todas sus creaciones se regocijó y prosperado en el mundo otorgado para ellos.
Pero todo pasó tan rápido, era muy pronto para ser deshecho todo lo creado.


En su prisa por crear al hombre a su propia imagen, Logos dejó un pedazo de la energía a medio formar. Estaba olvidado en lo más oscuro del valle y allí se quedó durante siglos, esperando su turno para ser moldeado en algo hermoso, al principio fue paciente.


"Logos tiene un plan especial para mí", pensó para sí mismo la energía a medio formar. -Tal vez aún no ha decidido cual será mi objetivo para él."


Sin embargo, como con todos los seres conscientes muestra un poco de paciencia, pero luego abandonó, su paciencia se desvaneció y creció amargo. Infundido con una mente no tan diferente como la de Logos, la pieza olvidada de la energía lentamente se ha tomado en forma completa. No se limita como los seres humanos que estaban en su forma completa, poco a poco se desarrolló más allá de ellos. Con cada transformación se hicieron cada vez más potentes, y cada vez más odiosos de haber sido olvidados. Pero por parte de Logos al poco tiempo recordó lo Olvidado, fue demasiado tarde. Una entidad que se nombró Pathos había llegado a hacerse presente ante Logos, quien éste rivalizaba en el poder y no contenía ninguna compasión ante su creador. En su lugar, ardía en deseos de acabar con Logos y su reinado el cual había creado cuidadosamente. Como venganza, el primer acto de Pathos fue infundir el mundo con un nuevo cambio.


Los cambios de Pathos vinieron desde las cuatro estaciones; Día y noche, la vida y la muerte. Esto no fue suficiente para Pathos, el quería que Logos experimentase el dolor y el abandono que Pathos había sentido. Tomando un puñado de arena, Pathos mezclando dentro de cada grano lo que sería conocido como los pecados de la humanidad, lleno de sentimientos e impulsos tan oscuros como los de Pathos. Cada grano que él tomó y sembró en la naturaleza humana. Y con ese acto, la gente se apartó de Logos. Aprendieron la avaricia, la lujuria y el deseo de dominar y destruir por parte de Pathos.


En la visión de Pathos el miraba un mundo duradero que conservaba su esplendor por toda la eternidad había sido destrozado por la creacion de Pathos, el Dios de la muerte. Logos tuvo el poder de crear pero no posee el poder de renovar. Y si bien no era la intención de Pathos, la distinción entre la vida y la muerte provocó un nuevo ser. La obligación de recrear la vida de las energías dejadas por los muertos cayó a un nuevo Dios: la Diosa de la Vida, Akara.


Akara estaba en contacto constante con cada ser vivo. Vio cómo algunos se marchitaban y morían por su edad u otras enfermedades y ella alimentó a los jóvenes para ocupar su lugar. Ella aprendió a entender a las criaturas que habitaban en el mundo de una manera que Logos nunca pudo. Los amaba como si fuera su propia creación a pesar de que no le prestó homenaje. Con el tiempo, Logos se sentía que su reinado se hacia cada vez distante en su dolor, ella sabía que Logos ahora que habia descuidado sus creaciones porque no podía soportar el dolor de la forma en que se había cambiado, sobre todo de cómo murieron. Akara se desesperaba de que la vida no prosperó como había hecho antes, bajo la dirección del creador.


La gente a veces rezaba: Somos tus hijos, aunque nos hayas olvidado, no nos desampares. -Tal vez-pensó ella-, yo debería adoptar a estas criaturas. "
Logos sintió los pensamientos de la Diosa Akara, y temía que este vaya a perder por completo sus creaciones. Él prometió a Akara que éste iba reincorporarse a sus responsabilidades, y la diosa se mostró satisfecho por el momento.


Así como Logos comenzó a cumplir su promesa, Pathos reapareció. Esta vez se decidió a destruir una de las primeras creaciones de Logos, las montañas mismas sobre las que estaban la mayoría de las creaciones de Logos, primero sintió los vientos y tocó las nubes. Pathos con su poder sobre el fuego, desde lo más profundo en el núcleo de Carnac hizo presente el poder, sacando toneladas de Lava. Horrorizado por la destrucción de sus amadas montañas, Logos era incapaz de dejar que Pathos siguiera con esas horribles fuerzas destructivas, al poco tiempo Pathos corría para encender los bosques y hacer los ríos hervir. Los seres humanos se quedaron petrificados por el horror que se desplegaba hacia ellos, y muchos perdieron sus vidas.


Logos de nuevo se retiró de todo, con mucha desesperación y no le importaba un poco lo que pasara en el mundo que ya no era suyo. Esta vez estaba decidida Akara de asumir la responsabilidad de Logos. Y puesto que ella sabía que él nunca lo rendía con facilidad, por el bien de la vida misma, ella conspiró contra Logos para liberar al mundo de los débiles y el despiadado deseo contra las creaciones de Logos. Akara dio lugar a la creación de un nuevo Dios: Cypher; éste se sabía nada más que destrucción y el engaño.


Akara fue con intención de hablar con Logos y le dijo de este nuevo Dios; "Él tiene el poder de destruir, nada más y nada menos. Usando su poder, puede librarse de Pathos"
Al oír esto, Logos estaba eufórico y de inmediato dejó de buscar una solución, esperando la aparición de este Dios. Salió con el sueño de regresar su mundo a su forma posterior, él no pudo ver la sonrisa de la diosa.




Cypher no era la imagen de Logos el poder se había previsto. Era la antítesis de la magnificencia, frágil y desgastado. De todos modos, Logos cedió su confianza a la Diosa de la Vida y procedió a pedir ayuda. Sin que Logos se diera cuenta, Akara ya se había acercado a Cypher y le había hablado de la oportunidad de destruir a los otros dos dioses. "Usted debe matar primero a Pathos", aconsejó Cypher. "Logos es idealista y débil; lo podemos matar tan rápido y sencillo."


Preparando sus fuerzas para enfrentar a Pathos, Logos extendió la mano y señaló a las nubes a su alrededor. De las nubes él formó una hoja tan hermosa que enmascaró su letalidad. Esta hoja le dio a Cypher, y juntos viajaron al valle más profundo de Carnac, donde residía Pathos. Cuando se acercaron, Pathos salió de las sombras y blandía una lanza de madera sobrenatural. Es la vida misma radiada y había una sensación de serenidad que provenía de ésta lanza. Sólo había uno que podría haber creado un arma, y vio de lejos.


La batalla fue rápida pero furioso. No hay palabras que se intercambiaran entre los combatientes como Cypher quien cargaba una espada con un gran brillo. Pathos bloqueando golpe tras golpe. Logos viendo como se desarrollaba la pelea, orando para que ésto llegue a su fin. Pathos encontraría su fin. Parejos, los dioses se volvieron hacia sus competencias individuales para darles una ventaja. Cypher se cegó momentáneamente. Pathos se lanzó, su lanza golpeó el hombro de su oponente, y la lanza brilló intensamente en un tono color verde. Sin embargo, la luz de la lanza le dio a Cypher la visión que él necesitaba y le cortó el brazo izquierdo de Pathos.


Pathos tronó en dolor y cayó de rodillas, su fuerza vital se escapó hacia afuera de él. Mientras Cypher y Logos miraba triunfalmente, mientras que cambios sutiles ocurrieron dentro de Pathos y Cypher. A pesar de la apariencia no cambió. Pathos a través de su poder mágico de cambiarse de persona ahora residían en el cuerpo de Cypher, mientras que la esencia de Cypher ahora yacía en el cuerpo roto que había herido a sólo momentos antes, cambiando así de cuerpos, ahora Pathos era Cypher y Cypher era Pathos.


Aunque en un gran dolor, el espíritu de Cypher se negaba a morir. Arrojó la lanza que se aferró a lo que había sido su propio cuerpo. Pathos estaba tan enredado en la celebración de su propio genio con el cambio de cuerpos que no veía la lanza volar. La lanza fue mágica a través del corazón del Dios, la lanza era como su propio corazón, y lo destruyeron.


Pathos yacía muerto, mientras que Cypher se estaba muriendo. Cypher se dio cuenta de sus poderes ya no se limitan a la destrucción. Debido al cambio de las almas, con algún esfuerzo Cypher puede inducir el cambio tanto como tomando el cuerpo poco dañado de Pathos. Con enfoque en sus habilidades trató de curar el brazo roto que había perdido Pathos, se detuvo la sangre que perdía éste. Luego tiró de los tendones y huesos haciéndolos ampliar hasta que finalmente tome la forma del miembro perdido.


Totalmente recuperado, se puso de pie, y con nuevas fuerzas, gritó para que todos oyeran: "Yo he renacido, tengan cuidado conmigo, tengo una fuerza sin igual y puedo destruir a cualquiera''


Como una demostración de fuerza destrozó el valle y de los escombros creó un monumento que no era de piedra, sino de vidrio. Sus bordes afilados extendidos hacia todas direcciones. Con el tiempo, los seres humanos se reunieron para admirar su construcción y rendir homenaje a su creador, la entidad Pathos-Cypher nuevas y poderosas creaciones. Como consecuencia preocupante de la batalla entre Pathos y Cypher, y el advenimiento de la entidad Pathos-Cypher, Carnac misma comenzó a mostrar signos de cambio. Las flores perdieron su olor, las temporadas se convirtieron en impredecibles, y el agua subterránea de vez en cuando se volvía color marrón, como si estuvieran oxidadas. Y más cambios que venían.


Todas estas cosas no fueron las acciones de la entidad Pathos-Cypher, que estaba demasiado ocupado disfrutando de la atención de sus nuevos temas encontrados. Pasaron los años y sobre la humanidad el tiempo dividido en seis grandes reinos: la guerra Monger Hellsgarem de los desiertos; Buegrant con sus puertos y buques de acero, la ciudad blanca de Arrdeam; Planisad, famoso por las cosechas magníficas; Brisbia, el centro de comercio y El Morad, finalmente en el extremo más lejano de todos los Reinos.


A medida que estos reinos formados, los cambios en el mundo se afectó no sólo a las criaturas existentes, si no a otras cosas. Con cada año que pasaba, habían más y más avistamientos de criaturas enormes que parecían lobos y osos, pero eran más terribles y más violentas. Aún más sorprendentes fueron los seres de piedra y la magia. Lo peor de todo eran los cadáveres animados sentenciados a llevar una vida injusta y cruel, llamado los seres: no-muertos.


En poco tiempo, estas criaturas infernales habían aumentado a un número tal que incluso las ciudades humanas con sus altos muros y acérrimos defensores no pudieron repeler. El primero en caer fue Planisad, por lo tanto los recursos alimentarios eran cicatrices. Poco después, Brisbia Arrdeam cayó. Incluso el poderoso Reino bárbaro, Hellsgarem, no sobrevivió, fueron ellos los que prendieron fuego a su propia ciudad en lugar de dejar caer. Los sobrevivientes se reunieron a bordo de las naves de los Buegrants que estaban abandonando la ciudad, huyendo con destino hacia El Morad.


Rey Manes, gobernante de El Morad, acogió a los refugiados sin prejuicios. Dando lugares a los afectados, y se les dio poder en el ejército, afianzando aun más las defensas de la única ciudad que aún no se habían atacado. Nueva almenas se plantearon, los suministros fueron llevados, y más armas fueron falsificadas. Los ciudadanos de El Morad estaban decididos a no dejar que ocurra la caída de la ciudad y los que habían huido ya estaban firmes en su lealtad a su nuevo hogar. El Morad se había convertido en el último bastión de humanidad. En caso de que se pierda, la humanidad estaría condenada.


Durante siete largos años lucharon contra las masas de los no-muertos y otros monstruos y todos los años el Manes rey rogó a los dioses que parecían haber hecho oídos sordos y la vista gorda. Mientras tanto, el pueblo resistió, e incluso se hizo más fuerte.


Después de los primeros dos años de lucha, los de El Morad se había acostumbrado a los ataques. Su posición era fuerte y hacia mejorando en los caminos de la guerra. Finalmente, se atrevieron a aventurarse más allá de la seguridad de las paredes. Cavaron túneles en las montañas detrás de la ciudad donde siempre metales y madera cosechaban mediante el envío de bandas armadas en los bosques. Conseguir alimentos fue un reto al principio, pero al trasladar gran parte de la población en las montañas, suficiente espacio quedó vacante dentro de la ciudad amurallada de los cultivos a sembrar.


Por el tercer año, empezó la caza de los veteranos a los monstruos, en lugar de esperar a fin de repeler los ataques. Estos guerreros trajeron historias de aventura y la gloria. Pronto, estas partes se organizaron en lo que sería conocido como los Caballeros. Vivían al margen de El Morad y dedicaron su vida a su deber, y algunos de ellos incluso aprender las artes de la magia y la curación. Los años pasaron, y los Caballeros crecieron en poder.





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RAÍCES DE LAS GUERRAS

En la última noche del séptimo año, algo extraordinario ocurrió. Lluvia roja comenzó a caer sobre El Morad y a lo lejos, una niebla verde apareció y se acercó más a la ciudad. Una advertencia había sonado. Por primera vez en años, había sido candidato a todas las puertas, y más de uno habría que admitir que tenían miedo.


Rey Manes, una vez más oró a cualquiera que quisiera escucharlo.


Esta vez un Dios respondió, y le preguntó: "¿Qué quieres de mí?"


"Todos los días mi gente muere. Por favor, ayúdennos".
"No hay necesidad", fue la respuesta.
"Pero todos los días mi gente muere. Y ahora tenemos esta terrible lluvia y la niebla, lo que muchos piensan que es la señal del fin de todo. ¿No hay mayor necesidad?"
"No hay necesidad."


Decidido a ver la salvación, el rey pidió, "Tú tienes el poder, a voluntad, todo estará bien de nuevo, no somos más que sus humildes servidores"


En lo que el Dios le contestó; "Los funcionarios no están exentos de todo esto, y los agentes de las minas se convertirán en Guerreros. Este día no me puedo mostrar para oír su oración, sino para decirle que su final está cerca."


El Rey, enojado, "Si no nos ayuda, nos encontraremos nuestro fin juntos". Pero el Dios ya se había ido. El rey no sabía ni que Dios lo había contestado tras sus recientes oraciones. ¿Tal ves hubiera sido Logos, Akara o Pathos-Cypher?


"Tiene que haber algo que podamos hacer," uno de los miembros del consejo, dijo, secándose el sudor de su frente. Otro a su lado se esforzó por reprimir un bostezo. Caía la tarde y los dirigentes habían estado discutiendo el tema, desde la noche anterior, cuando el Dios había respondido al Rey.


Un Señor llamado Planisadian se levantó y repitió su intención de escapar de la niebla verde invadiendo. "No podemos quedarnos aquí y devorados, asustados y vencidos por este horror nos pisan los talones cada día más". Ninguno de los exploradores habían regresado y el Señor cree que lo mejor era escapar mientras aún habia tiempo. Sin embargo, otros argumentaron que tomaría días para mudarse con todo lo que llevaban haciendo en la ciudad de El Morad y que serían capturados mientras trataban de escapar y por lo tanto ni siquiera tienen la protección de su ciudad fortificada.


- No, matamos al Dios y todos deberíamos de estar bien, de nuevo", dijo un Erenion negrito, usando sus manos con un arco, mientras con mucha fuerza y con su arco larga una flecha así derribando un siervo cansado de tener que todas las noches estar aguantando este tormento.


"¡Sí!" Un bárbaro de acuerdo, con pasión lo dijo. "Estamos corriendo hacia adelante, y sólo sobrevivimos gracias a que tenemos nuestros pieces aquí. Hemos luchado antes y así lucharemos de nuevo, ya veremos. ¡Que vengan!"


El consejo estaba en alboroto. No era la primera vez que alguien sugirió la lucha contra un Dios y mientras que muchos sintieron que era la única solución que se mostraba para luchar contra uno.


"¿Estás loco?" alguien gritó: "Cypher es un Dios"!


"Es patético, tonto! No se deje engañar!"


"Sospecho que otro Dios es el que está verdaderamente detrás de esto", dijo uno de los nobles menores, un conocido más por la lectura de libros que por cualquier otra cosa útil.


Entonces el rey se levantó. Le dijo a todos ellos, "Nos quedaremos, pero no vamos a pelear. Envien a los caballeros."


Los Caballeros atravesaron las puertas del castillo en medio de los aplausos de toda la población. Allí estaban los héroes de la leyenda, los que salvarían a todos. En sus nuevas armaduras y con sus espadas pulidas se veían cada pedacito de los héroes de cuentos de antaño. Ni uno solo que los vieron creyeron que sería un fracaso. Cerca de trescientos fuertes héroes, que iban en busca del Dios. La leyenda dice que un Dios había construido un monumento de vidrio y hace años que residía cerca de ella, atendido por sus seguidores que veían cada necesidad del monumento.


Guiada por no más de historias contadas a los niños pequeños, los caballeros a caballo en el desierto. En los bosques que mataron a toda criatura del mal que han encontrado, pero eran pocos y dispersos. A menudo los Caballeros cazaban todos los seres malignos y se desparramaban como si se hubieran mudado o escapado.


Una noche, una ola de cansancio se apoderó de los Caballeros y cayeron en un profundo sueño. Soñaban con un lugar cerca de un valle, había gente allí. Sus seres semi-consciente en un primer momento fueron eufóricos, porque ellos pensaban que habían llegado a su destino. Al acercarse, sin embargo, vieron la desesperación en los rostros de la gente, cómo se veían cansados, sin una pizca de alegría en sus almas. Soñando se había realizado lo que querían los Caballeros: Aquí estaba la guarida del Dios y los seres humanos no eran sus súbditos, sino que lo adoraban sus esclavos. Se deriva más cerca, pero mientras se acercaban al monumento que se pretendía llegar, se vio una mano que se extendía y bloqueaba su visión. El sueño terminó, pero no se movió hasta la mañana.


Mientras que los Caballeros se vieron preocupados por lo que habían visto, no eran lo mas privilegiado en el momento. Más importante aún, su conocimiento no era tan limitado ahora. Ellos se estaban preparando para el oeste, como si se sabía que era donde tenía que ser y en sus mentes y corazones sonó un versículo que había llegado en cierto modo a ellos como resultado del sueño. Era una oración en el olvido:


Somos sus hijos, aunque caído en el olvido, no nos desampares.


Los caballeros cabalgaron sin parar durante días. Ni ellos ni sus animales han tenido hambre o agotamiento. Era el sueño y la oración que les dio fuerza. Cabalgaron hasta una vista fantástica apareció a la vista: un monumento enorme que brillaba como un diamante. Hasta después de haber visto de cerca el monumento en sus sueños, no se esperaban encontrar tanta celestialidad delante de ellos.


Sin embargo, parecían llegar a una barrera infranqueable, con el monumento poco más allá. No había nada allí, pero los caballos se negaron a ir más allá de la línea invisible. Incluso los Caballeros que desmontaron se vieron incapaces de decidirse a cruzarlo. Era como si el deseo de entrar en esa "zona" les dejó el momento que se acercaban.


Al mediodía, ninguno había pasado pero el terreno estaba cambiando. Los bosques y la hierba que rodeaba se disolvió como si nada más fuera una ilusión. La tierra se secó tan rápido que comenzó a resquebrajarse. De repente, la tierra en la que los Caballeros estaban se destruyó y cayeron en una grieta grande.


Muchos resultaron heridos en ese otoño y algunos de ellos perdieron sus vidas. Los Caballeros restantes se encontraron en una cueva rodeada de todos los monstruos que jamas habían enfrentado nunca, a algunos monstruos jamás habían puesto sus ojos sobre éstos, nunca jamas en sus vidas los habían visto. Aquí es donde las cosas malas de los bosques se habían ido.


De pie altura por encima se notaba que todo al parecer se trataba de Pathos-Cypher.


Con más de una señal del Dios, los Caballeros fueron asaltando todos los lugares en búsqueda. Los caballeros formaron un círculo de escudos, frenando al enemigo lo mejor que pudieron a la vez que protegían a los heridos y los curanderos en el circulo. Los Caballeros eran hábiles en la guerra, como la batalla avanzaba sus números disminuyeron y parecía no tener fin al ataque de sus enemigos incansables.


Cuando los caballeros se redujeron a menos de cincuenta, los animales dejaron de atacar, y se alejaron, y vieron como Pathos-Cypher se acercó. El Dios quería que los mortales lo vean antes de conocer su perdición. Al verlo de cerca por primera vez, los Caballeros vieron lo que realmente era este Dios. Además de su forma gigantesca, parecía poco menos que un hombre viejo. Él no era el feroz Guerrero que todos esperaban que sea.


"Bienvenidos, caballeros. Veo que deben de estar cansados", se burló de ellos.


Los caballeros no respondieron. En cambio, los inclinados a espalda eligieron cada uno un objetivo y estrellaron sus espadas hacia todas criaturas restantes. Los talentosos en las artes místicas abrieron todas sus puertas a sus poderes para un ataque poderoso, y el fuego y el relámpago quemó todas las criaturas restantes. Tan feroz fue el ataque que Pathos-Cypher sólo podía ver como la mayoría de los animales murieron. Los hombres se perdieron, pero después de todo había terminado, no quedó una sola criatura, y los que aún vivían yacían sangrando e indefensos en el suelo de la caverna. Los Caballeros restantes formaron un circulo al rededor de Pathos-Cypher.


Pero para derrotar a un Dios por pura fuerza física y la magia era poco lo que podían lograr, fue una locura total. Aún así, tenían que intentar algo.


Pathos-Cypher sabía que él era más fuerte que sus espadas y hechizos, y él estaba sin miedo. Él hizo un gesto con la mano, y los cadáveres de los Caballeros caídos se movieron. Pronto se levantarían de nuevo, y una vez pasado todo esto se ve como el primer zombie cerró sus dedos miserables recogiendo una espada de uno de los caídos, palabras de fuego ardían en la mente de los Caballeros que aún estaban con vida.


Ellos comenzaron a cantar la oración que había venido a ellos en el sueño.


Somos sus hijos, aunque caído en el olvido, no nos desampares. Cada vez más de sus hermanos caídos estaban de pie. Nunca en su vida había sufrido los Caballeros dichos temores mientras se sentía esa esperanza. Ellos continuaron. Somos sus hijos, aunque caído en el olvido, no nos desampares.


Más alto y más fuerte se hizo eco de las palabras a través de la caverna, resonando en las paredes antiguas. Somos uno de nuevo con usted, Usted puede oír, que oiga nuestra súplica. Pathos-Cypher, sin prestar atención a su oración, lamentable, calentó sus poderes. Sin embargo, los Caballeros quedaron firmes. Es cerca el final, queremos regresar a lo que una vez fue, hogar dulce hogar.


Como un rayo, un destello veteado de los cielos. Logos, el Creador, levantó un poderoso arco y disparó un rayo de energía de vida alimentada por la oración de salvación y de algún poder mágico de color verdoso. El rayo cayó al incrédulo Pathos-Cypher en su corazón torcido.


Con su ultima esencia de vida, Pathos-Cypher maldijo a los Caballeros, "Cualquiera que me haya intentado perseguir, estará con la pureza de mi maldicion, de mi sangre negra!"


Con un brillo que ha segado a todos quienes no contaban con la bendición de Logos, Pathos-Cypher estalló en una luz en la que fue enviado al vacío místico.


Dos voces tan llenas de amor, dijeron, "Durante mucho tiempo hemos estado en nuestro camino de vuelta. Bienvenidos a casa".


Algunos de los Caballeros susurró el nombre de "Logos". Algunos también murmuraron, "Akara".


Con la derrota de Pathos-Cypher, la lluvia cesó y el color rojo se levantó en una niebla verde. Los Caballeros triunfales regresaron a casa para encontrar al reinado de El Morad para dar comienzo a una celebración. La guerra que había durado siete largos años había terminado finalmente con la victoria. Los cuentos sobre los Caballeros poderosos y sus grandes obras se extendieron rápidamente entre la gente. Santuarios y templos dedicados a Logos y Akara se han planteado. Muchos estudiosos debaten sobre cómo estos dos dioses se podrían haber juntado. ¿Qué había ocurrido para hacerlo realidad?


La humanidad comenzó a prosperar una vez más y nadie se acordaba de que Pathos-Cypher había jurado venganza a través de una terrible maldición.


Ahora que la paz reinaba, se aventuró a cabo muchas de la ciudad. Al principio, las granjas pequeñas surgieron poco más allá de los muros y al menos un grupo de personas en cada sector que los protegía. Más tarde, las plantaciones comenzaron a extenderse más allá, la producción de cultivos de todo tipo. Las comunidades para apoyar a los agricultores multiplicaron. Grandes poblaciones migraron y se extendió la civilización.


Pero la paz no duró mucho tiempo en la tierra de El Morad.


Los caballeros que habían empezado una nueva vida dio a luz a unos niños que llevaban la maldición, la sangre negra de Pathos-Cypher.


El mal presente causado por la sangre negra creo una plaga que golpeó el Reino. La gente se indignó al enterarse de la causa de esta enfermedad. Algunas de estas deformes y extrañas criaturas fueron enviados al desierto, y algunos tuvieron que vivir en las alcantarillas oscuras y húmedas de la ciudad para esconderse de la opinión pública. La gente llamaba a estos maldecidos; Tuareks niños.


Los sacerdotes de El Morad capturaron a los Tuareks, considerando que son el mal. Los niños de los Caballeros ahora vivían como esclavos en El Morad, la misma ciudad que sus padres habían salvado.


Pronto ocurrió un golpe interno entre los Tuareks para dirigir a su clase fuera de la servidumbre. Él luchó para llevarlos a un lugar donde no tendría que vivir en constante temor y vergüenza. Enseñó a los Tuareks habilidades de combate y cómo sobrevivir en el desierto. Su nombre era Zignon, el héroe y líder espiritual de los Tuarek. Zignon procedió a llevar a sus seguidores hacia el norte. En el camino, tuvieron que luchar constantemente fuera de los servidores restantes de Pathos, así como los soldados de El Morad que los persiguieron.


A menudo mueren de hambre y siempre tiritando de frío, siguieron a Zignon más al norte. Cruzaron las montañas de Eslant, que se dice que es el fin del mundo. En la llanura de hielo de las montañas fue a Luferson Castle. Este fue el mismo lugar donde la destrucción de Pathos había comenzado donde éstos estaban a salvo de los soldados de El Morad, y así Zignon en conjunto con los demás sobrevivientes denominados Tuareks establecieron un reino en todo Luferson Castle. Él llamó a su Reino; la nación de Karus. Pero muchos de los Tuareks murieron porque no pudieron adaptarse a la dureza del clima y muchos de ellos lograron sobrevivir, arrepentido Zignon por llevarlos a esta tierra media.


Zignon oró a Logos para proteger a los Tuareks, Logos no respondió. Logos no había creado estas criaturas totalmente cambiados ya que este había creado a los humanos. Aunque los niños fuesen de los seres humanos y descendientes de los Caballeros heroicos, la Tuareks fueron ignorados y se sentían traicionados.


Sin embargo, un solo Dios respondió a las oraciones de Zignon. Ella no indicó su nombre, pero se limitó a sonreír y dijo: "Mis planes por fin se volvieron realidad. Ahora yo también tengo mis propios hijos". Con el apoyo de este misterioso Dios, se comprometió Zignon a derrocar El Morad en venganza por la humillación y la opresión hacia él y los suyos que también habían sido víctimas.


Y así, la guerra interminable comenzó, muchos héroes han luchado y muerto en la guerra interminable entre Karus y El Morad.



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• Imágenes del Juego •




















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• Videos del Juego •


Los videos so de versiones anteriores ya que esta constantemente siendo actualizado, las imágenes anteriores son recientes, en cuanto a los videos son de versiones anteriores, así que solamente muestra la jugabilidad, en los próximos días se subirán nuevos videos los cuales mostraran la nueva versión.


<span style="font-family: comic sans ms">http://www.youtube.com/v/1FMR5cQrscA


<span style="font-family: comic sans ms">http://www.youtube.com/v/4L67JWQ6zOE


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