Magallanes

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¿Alguien ya vio la película?.



Aun no he ido a ver esta película, quizás este viernes, pero al parecer por lo redactado por el columnista del trome, parece un tanto buena pero con ciertas ásperas criticas a regular.

Una película sobre lo que significó la violencia de Sendero Luminoso y la respuesta igual de brutal de algunos destacamentos militares enviados a combatir el terrorismo.
Si bien esta temática te asegura buenas críticas en festivales de cine, no repleta multicines como las jocosas aventuras de ‘Cachín’. Pero, al parecer, impusieron sus condiciones y el resultado, para este columnista, tiene las dos caras de una moneda. Primero la buena. Escogieron un reparto internacional con el objetivo de comercializar la ‘peli’ en México, patria del protagonista Damián Alcázar, un actorazo (‘El crimen del padre Amaro’, ‘La dictadura perfecta’, ‘Satanás’), quien se pone la película al hombro y nos contagia esa pesada humanidad de ‘Magallanes’, un ‘loser’, tras haber sido un soldado del Ejército en un cuartel de Huanta, donde servía al mando de un coronel que secuestró a una agraciada adolescente de 14 años y la mantuvo doce meses como esclava sexual contra su voluntad.
En Lima es una sombra al timón de un taxi y mantiene un vínculo con su pasado militar, al hacer movilidad a un anciano en silla de ruedas, su coronel en las épocas de Huanta, el que secuestró a la adolescente. Tres décadas después, el militar ha perdido la razón, no recuerda nada. Solo cuando ve a un heladero de ascendencia andina, grita: ¡Agarren a ese terruco! Ese coronel lo encarna un extraordinario Federico Luppi, primer actor argentino, que sin hablar y con solo gestos, consigue una actuación redonda. El problema de ‘internacionalizar’ dicha cinta tiene sus bemoles cuando intervienen también actores colombianos, que trabajan como detectives, pero al ir persiguiendo a un extorsionador, parecía que ya no estábamos en esa Lima de casas en los cerros, sino en Medellín por el notorio dejo colocho con la consiguiente pérdida de identidad. Ese me parece que es el ‘derecho de piso’ que tuvo que pagar Del Solar para concretar su obra.
Pero, en realidad, los papeles de los peruanos son esporádicos. No es casual que ‘Lucho’ y ‘Reyna Pachas’, de ‘Al fondo hay sitio’, sean pareja en la película. Otro guiño a la taquilla. Pero si bien Tatiana Astengo tiene un papel menor, Bruno Odar realiza una actuación soberbia. Es la antítesis de Luchito. Como compañero de cuartel en Ayacucho, guarda secretos. Detrás de su imagen de bonachón y beodo, saldrá a relucir toda la personalidad de psicópata, cuando recordaba cómo torturaba toda la noche a los sospechosos de terrorismo. ‘Extraño esas noches, la adrenalina’. Magallanes se encuentra de casualidad con Celina (Magaly Solier), la chica secuestrada por el coronel que vive en Lima otro drama con una prestamista abusiva, que le dice: ‘¡Serrana de m…, págame!’ y manda a sus hijos a ‘apretarla’. El taxista la busca y ella termina reconociéndolo, porque este la ayudó a escapar del cuartel en Huanta. Pero ella no se lo agradece, porque por ello tuvo que tener sexo con él.
El taxista, atormentado, decide ayudar a la muchacha extorsionando al millonario hijo del coronel, papel clásico de Christian Meier. Al fracasar en su intento, en complicidad con su amigo de cuartel, secuestran al abogado y piden un rescate. Meier termina sufriendo lo mismo que Celina, a manos del psicópata cómplice de Magallanes. ‘Te voy a hacer lo que les hacía a todas las terruquitas’, le susurraba al oído. El final no lo cuento. La impactante actuación de Magaly Solier en la escena final, merece destacarse. ‘Celina’, harta de tanto abuso y humillación, transforma su sempiterna pasividad en furia telúrica e increpa a gritos a todos en idioma quechua, con la violencia que, se supone, tienen todos quienes en los Andes sufrieron los abusos a los que alude el filme.
Nos impactó porque todos en el cine, al no entender nada, pues a propósito se suprimieron los subtítulos, sentimos los abismos y la incomprensión que generó la respuesta violenta y, en muchos casos, abusiva del Perú oficial al terrorismo senderista. Al final, todo queda en el olvido. ¿Lo lamentable? La escena en Polvos Azules, tan inverosímil como que los extorsionadores le exigieran al millonario solo ¡diez mil soles! Por incluir un thriller y comedia mal hecha, en un drama que transcurría sólido, la película comenzó a caerse. He allí los riesgos, pues no se puede condicionar a los directores a colocar escenas complacientes para la taquilla. Con premios en San Sebastián y el Festival de Lima, ‘Magallanes’ merece que la premiemos nosotros, los sencillos espectadores de multicines.

[HubLeon]

ahi qu e verla.

[billikoehler]

La han remasterizado e incluido nuevas escenas.